Calidad y control
En nuestra empresa, a menudo escuchamos que la calidad no se puede controlar: “Se tiene que producir”. Por eso en RECUTECH dispongamos de un sistema de seguimiento de la calidad ISO 9001. Se trata de un conjunto de normas cuya introducción en la práctica contribuye a una mayor eficiencia y productividad del trabajo, con énfasis en la calidad del producto final.
Sin embargo, los estándares por sí solos no garantizan la calidad, e incluso los procesos bien descritos no pueden garantizar una mayor calidad si los empleados no piensan en su trabajo y no asumen la responsabilidad por él.
El trabajo realizado de manera rutinaria puede ser efectivo por un tiempo, pero luego tiende a convertirse en estereotipo y al error. Los errores significan una caída en la eficiencia y, en última instancia, una pérdida para toda la empresa. Por estas razones, enfatizamos la capacitación adecuada y regular de nuestros empleados. También verificamos el material de entrada, los valores medidos se registran automáticamente en los registros.
Con el fin de motivar a nuestros empleados para garantizar la calidad del producto, hemos incluido un sistema de recompensas por buenas ideas. Es el denominado KAIZEN (en japonés: ‘mejora’), es decir, un sistema de mejora continua. Si un empleado tiene una idea interesante para mejorar, la presenta como propuesta y, si es aprobada, se le paga una recompensa económica en función de la contribución esperada a la empresa.
Después de pasar las pruebas de calificación, cada empleado avanza a un puesto de trabajo superior asociado con una mayor responsabilidad y una mayor remuneración financiera.
Cada intercambiador producido en RECUTECH está equipado con un código que se utiliza para su correcta identificación desde el punto de vista del proceso de producción. Al final del proceso de producción, se prueba la estanqueidad de todos los intercambiadores para verificar que no hubo ningún error durante la producción que pudiera causar, por ejemplo, una reducción de la eficiencia, una mayor pérdida de presión o una mezcla de aire exhalado y fresco. Antes del embalaje final, limpiamos todo el intercambiador y comprobamos cuidadosamente si contiene todos los detalles necesarios según el proceso tecnológico dado y los requisitos del cliente.
Además, mensualmente se inspecciona el sistema 5S (Clasificar, Organizar, Mantener el orden, Determinar reglas, Consolidar y mejorar), cuya tarea es observar estándares de trabajo y buenas prácticas.
Nuestro principal objetivo es un cliente satisfecho, al que va dirigido nuestro producto. En caso de problemas, contamos con un sistema de registro de quejas, dentro del cual analizamos las deficiencias y, gracias a esto, podemos reaccionar con flexibilidad ante ellas.
